Quitar baldosas (o mosaicos, loseta o azulejos, como también se les llama), sean de cerámica o sean piedra, es bastante simple; aunque no es necesariamente fácil. De hecho, es un trabajo agotador. Sin embargo, puede ahorrarse una cantidad significativa de dinero quitando la baldosa del piso usted mismo.

Fundamentos de demolición de azulejos

limpiando azulejos

Lo primero que debe tener en cuenta es que la eliminación de baldosas puede generar una gran cantidad de polvo. Es una buena idea cerrar su área de trabajo con láminas de plástico y cinta adhesiva para proteger su sistema de ventilación y asegurarse de que las partículas de polvo no viajen innecesariamente a través de su hogar u oficina.

Use siempre una máscara antipolvo, gafas de seguridad, protección para los oídos y guantes de trabajo pesado al demoler baldosas. La acción de martillar y cincelar puede levantar fragmentos de mosaico o morteros que podrían causar daños graves a sus ojos. Los azulejos también pueden ser muy afilados cuando se rompen.

Reúna sus suministros

máscara antipolvo

Las herramientas requeridas para remover baldosas no son muy caras, y no necesitará un raspador de piso de primera línea a menos que planee trabajar quitando azulejos de los pisos por el resto de su vida.

Suministros necesarios:

  • Máscara contra el polvo
  • Gafas protectoras
  • Protección para los oídos
  • Guantes de trabajo pesado
  • Pala de borde plano
  • Raspador de piso
  • Mazo de hierro
  • Cincel de albañilería
  • Martillo de mano
  • Cajas o carretillas para la recogida de residuos.

Que comience la destrucción

rompiendo baldosas con un mazo

Con sus herramientas reunidas, es hora de comenzar la demolición. Antes de comenzar, tómese un tiempo para preparar su área de trabajo para que no dañe accidentalmente otras cosas en la habitación.

Retire todas las molduras, puertas y marcos de puertas que interfieran con la extracción de la loseta. Esto evita que se dañen o se cubran de polvo.

Comience en el borde del mosaico en un lugar donde tenga fácil acceso a ella. La puerta suele ser un buen lugar para comenzar. Usando su máscara antipolvo y gafas de seguridad, use el martillo para romper la baldosa a lo largo de las líneas de lechada.

Tenga mucho cuidado, especialmente cuando se trata de azulejos de porcelana. Los bordes afilados pueden cortar como el cristal.

Levante el azulejo con una herramienta raspadora

cincel y martillo

Una vez que haya retirado parte de la baldosa del martillo, puede encontrar un espacio para colocar la herramienta de raspado debajo de la loseta para hacer palanca. Cuantos más azulejos puedas hacer, menos martilleo debes necesitará, lo que hace que el trabajo sea más suave.

Deslice su raspador de piso debajo de los restos de baldosa adjuntos y sepárelos de la superficie del contrapiso. Hazle un poco de fuerza y deberían saltar.

Muchos raspadores de piso están hechos para usar boca arriba o abajo, así que intente ambas formas para ver qué funciona mejor para usted y sus azulejos. Usarlo de la manera correcta puede hacer esta tarea mucho más fácil.

Es posible que necesite usar su martillo y cincel para eliminar la lechada que se atasca a medida que avanza con el raspador. Esto depende del alcance del trabajo, pero en general, usted deseará mantener el piso lo más suave posible después de quitar la capa de baldosa. Es probable que su nuevo piso requiera una superficie lisa y estas herramientas más pequeñas pueden ayudarlo a lograrlo.

Limpiar el área

mosaicos rotos

Utilice una pala para eliminar los desechos grandes. Ponga los mosaicos en la basura o en un espacio donde se pueda acceder para reutilizarlo. Use una aspiradora o escoba para quitar el polvo.